miércoles, 12 de marzo de 2008

El comienzo del fin del detector de mentiras

La resonancia magnética permite estudiar la información estructural o química de una muestra y es un fenómeno físico basado en las propiedades magnéticas que poseen los núcleos atómicos, permitiendo alinear los campos magnéticos de diferentes núcleos en la dirección de un campo magnético externo, cuya respuesta depende del tipo de núcleos atómicos. En una conferencia de prensa, Scott Faro, director del Centro de IRM de la Escuela de Medicina Temple, en Filadelfia dijo que "Es posible que haya zonas del cerebro especializadas en el engaño y éstas podrían ser medidas" con imágenes de resonancia magnética. Añadió que de la misma forma en que hay zonas "de engaño", también "podría haber zonas especializadas y únicas del cerebro encargadas de la verdad". Todos fueron conectados a un detector de mentiras al mismo tiempo en que se les aplicaba la resonancia magnética. Las diferencias entre los que mentían y los que decían la verdad era notable, según manifestó el investigador en una reunión realizada en Chicago de la Sociedad Radiológica de América del Norte, "Descubrimos siete zonas de activación de la mentira y cuatro áreas de la verdad", dijo. Comentó que la mayor actividad de "la mentira" ocurrió en la zona frontal del cerebro, especialmente la media inferior y la central, así como en el hipocampo y las regiones mediotemporales. Cuando el sujeto dijo la verdad, se advirtió una mayor actividad en el lóbulo frontal y en el temporal. De manera tal, que las imágenes del cerebro de personas que están mintiendo es diferente a las de quienes dicen la verdad y es posible que éstas puedan medirse a través de la resonancia magnética, lo que supondría el comienzo del fin del detector de mentiras, según han revelado investigadores estadounidenses.

1 comentario:

Herling Sira dijo...

Realmente interesante...La verdad que el cerebro sorprende cada dia por su complejidad. De mucha utilidad esta informacion