martes, 10 de junio de 2008

Lograr la armonía interior amándose a uno mismo

Amarse a uno mismo no es otra cosa que aceptarnos tal cual como somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, con nuestras habilidades y con nuestras limitaciones; situación que por cierto guarda relación directa con la autoestima, con la madurez, con el respeto, con la humildad, con la sencillez, con la autenticidad, con vivir en plenitud, y en definitiva con saber vivir bien, con saber vivir en armonía interior y exterior. El amarse a uno mismo no significa conformarnos simplemente con lo que somos, sino que debemos comprender que debemos ser mejores cada día pero en base a lo que realmente somos. Existen formas para amarnos, entre las cuales puedo mencionar: 1.- Dejar de criticarnos, ya que, la crítica es un hábito que se convierte en un obstáculo más en nuestra vida porque nos costará más amar y aceptar. La crítica simplemente no nos pertenece. 2.- Dejar de asustarnos, debido a que en muchas ocasiones convertimos situaciones de nuestra vida en un gran problema, y nos llenamos de pensamientos negativos, afectando de manera directa nuestra paz interior. 3.- Debemos ser amables, cariñosos y pacientes con nosotros mismos, ya que, todos cometemos errores porque no somos perfectos; pero lo más importante de todo esto es que aprendamos de ese error con el fin de crecer y hacer de nuestra vida un mundo mejor. 4.- Acariciemos nuestra mente a través de la relajación, de la meditación y de la visualización con el objetivo de relajar nuestra mente y dejar fluir todo pensamiento e imágenes que refuerzan nuestras afirmaciones de amor, paz y armonía interior. 5.- Elogiarnos para levantar nuestro espíritu, reconociendo dentro de nosotros a nuestro "Yo Superior". 6.- Apoyarnos, que no es más que permitirnos que otras personas en un momento dado de nuestra vida nos tiendan la mano. 7.-Cuidemos nuestro cuerpo.

1 comentario:

Bobby Diaz dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo en este artículo. Sobre todo en lo relativo a la meditacion, que es la que nos abre la puerta al equilibrio.

Hace poco escribí un artículo sobre la armonía interior en el que enumero varios puntos que tu citas aquí. Creo que ambos se complementan muy bien. :-)

De verdad, me ha gustado, muchas gracias!